Discurso del bicentenario de la independencia argentina

Todos sabemos lo que ocurrió el 9 de julio de 1816. El Congreso de Tucumán decidió tratar la Declaración de la independencia. Presidía la sesión el diputado Juan Francisco de Laprida. El secretario Juan José Paso leyó la propuesta y preguntó a los congresales si querían que las Provincias de la Unión fuesen una nación libre e independiente de los reyes de España e incluso de otras potencias. Los diputados aprobaron por aclamación y luego uno por uno expresaron su voto afirmativo. Acto seguido firmaron el Acta de la Independencia.
Todo esto lo sabemos y lo estudiamos en historia, sin embargo, muchas veces no le encontramos el verdadero significado de lo que es ser independiente.
La independencia no es únicamente una declaración hecha en un momento histórico determinado, es algo que se construye día a día, es un proyecto de país.
Para un pueblo independencia es sinónimo de soberanía, es el derecho y el deber de ejercer la autoridad en un territorio, libre de dominaciones externas. Libertad para disfrutar de los derechos que están pactados en nuestra constitución, pero también para cumplir con las obligaciones que el ser ciudadano nos impone con absoluta responsabilidad.
Hoy, en nuestro bicentenario de la independencia, se nos presenta la oportunidad de pensar y reflexionar sobre lo que tenemos y qué nos falta para consolidar una sociedad con igualdad de oportunidades basada en fuertes valores éticos.
Los congresales nos dejaron como herencia esta tierra, nuestro país, la libertad y el sentido de identidad nacional.
La historia no la hacen solamente los próceres sino también las personas comunes, cada uno de nosotros.
Aún estamos a tiempo para revisar nuestras actitudes cotidianas y ser verdaderamente libres. Emulando la valentía de aquellos que decidieron cortar lazos con España por ser responsables de una historia independiente. Podríamos asumir verdaderamente nuestro propio destino y construir un país solidario, más honesto, más responsable y justo.
Porque la patria es algo más que un concepto abstracto, es algo que creamos día a día entre todos.
Recordemos, para finalizar algunas estrofas de un poema de Jorge Luis Borges:

“La patria, amigos es un acto perpetuo.
Como el perpetuo mundo.
Nadie es la patria; pero todos debemos
ser dignos del antiguo juramento
que prestaron aquellos caballeros,
de ser lo que ignoraban, argentinos.
De ser lo que querían por el hecho
de haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones.
La justificación de aquellos muertos.
Nuestro deber es la gloriosa carga
que a nuestra sombra legan esas sombras
que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el nuestro, incesante,
ese límpido fuego misterioso.”